De los más de 100 casos de Guillain Barré asociados al Zika en Colombia que reporta el Ministerio de Salud hasta la fecha, por lo menos uno es de un barranquillero de 72 años de edad: el ganadero Rafael Barvo Bárcenas.

En casa de sus suegros en esta ciudad ha sido sorpresiva la recuperación de Barvo, quien siguió las recomendaciones del prestigioso neurocirujano bogotano Remberto Burgos  y la intensa terapia de profesionales que asombrosamente lo han regresado a una vida normal después de estar quince días en la Clínica Country de Bogotá, cinco de ellos en UCI.

Allí ha sido su convalecencia pues es un edificio de 15 piso, tiene ascensor y no sufre subiendo y bajando escaleras.

Barvo Bárcenas aceptó que “fueron momentos difíciles. Fueron 15 días sin ningún tipo de movilidad”.

“Me tenían que bañar, me tenían que llevar al baño, no me podía voltear en la cama. Prácticamente era una persona sin fuerza muscular. Perdí en 10 días entre siete y ocho kilos porque también me dio una parálisis facial. Cuando comía me  mordía el labio y la mejilla interna. Dormía con los ojos abiertos porque no podía cerrarlos ”, recordó.

Primero Zika y después Guillain Barré

A Rafael Barvo lo sorprendió el Zika cuando a finales de diciembre vacacionaba junto con su familia en una finca cerca a Villeta, Cundinamarca. La última semana del año 2015 la pasó en cama y vio entrar el 2016 inmóvil en una silla.

El sábado 2 de enero su familia llamó al médico Remberto Burgos para pedirle una cita para el lunes 4 de enero, pero el profesional de la medicina le dijo que lo atendía ese mismo día a la una de la tarde.

“El doctor Remberto me hizo una serie de pruebas de sensibilidad y análisis previos. No me pude levantar ni pude dar un paso”, recordó. Añadió que de inmediato el médico amigo le dijo: “me excusas, pero te vas para la clínica, tienen Guillain Barré. Me dio el diagnóstico enseguida”

En la Clínica Country, Rafael Barvo estuvo 15 días internado. Por sus condiciones de salud al segundo día de estar en ese centro asistencial fue enviado a la Unidad de Cuidados Intensivos para poder “monitorerarlo” porque comenzó a presentar problemas de presión arterial y azúcar.

Trataban de impedir también los médicos que el Guillain Barré le afectara la estructura torácica para evitar complicaciones respiratorias. 

A Barvo le hicieron los exámenes del Zika en un hospital de Villeta y allí salió negativo, pero al ir al Instituto Nacional de Salud le confirmaron la enfermedad.

Finalmente, después de su ingreso a la clínica el 2 de enero, al salir 15 días después, debió hacerlo en silla de ruedas porque no podía caminar.

Incluso, el ganadero opinó que  en principio pensó que “era una gripa mal cuidada”.

En la convalecencia en Barranquilla, con 8 kilos menos, y rodeado de su familia, Barvo Bárcenas ha superado la parálisis facial, y ya camina.

Diariamente se somete a tres terapias: una física, una de acuaterapia y la tercera en una colchoneta térmica.

En estos 40 días, Barvo pasó de un ser "inerme" a un hombre en proceso de recuperación que hoy cuenta su histria con el Zika y el Guillain Barré, la enfermedad que según el último reporte del Ministerio de Salud, ya le ha costado la vida a tres colombianos.